Insomnio

Son las 2:10 de la madrugada, y estoy escribiendo esto en una libreta, completamente a oscuras.

Últimamente me cuesta mucho quedarme dormido.

Por ejemplo, mis padres alquilaron el otro día una película, la cual yo no quería ver, así que me acosté sobre las 11.

Dos horas después la película había terminado, y yo seguía despierto.

Otro ejemplo es el de anteayer. Estuve con amigos en una fiesta en casa. Nos acostamos a las 6 y algo. Yo iba a mirar la hora a las 2 o 3, y vaya la sorpresa que me llevé al ver en el reloj: 6:30.

Me parece muy, muy extraño.

-2:15-

-2:20-

He leído en Men's Health que  escribir entre 25-50 palabras al día en un blog o dietario estimula la creatividad y aumenta el coeficiente intelectual, y que las discusiones hacen justamente lo contrario. Así que, si todavía no no tenéis un blog es una buena excusa para empezar.

A mí escribir en este blog me ayuda a ser algo más abierto con la gente, no me queda otra siendo consciente que mis pensamientos son visibles desde cualquier punto del planeta.

-2:30-


Frío


. Echo de menos el frío. Y todo lo que eso conlleva:

Introducir los pies en la blanca nieve, la sensación de 'ponerte la chaqueta', la felicidad obligada, e imposible de no sentir en la Navidad, las mantas de plumas, las chimeneas, el fuego, la leche caliente, el puchero, las lentejas, las reuniones familiares, la cara de tus familiares al retirar el papel de regalo de sus presentes, los mantecados, los canelones de mi abuela, el cóctel de gambas de mi tía, los pimientos del piquillo de mi madre, las escenas familiares alrededor de la chimenea, la expectación el 25 de Diciembre alrededor del árbol por la mañana, la decoración del abeto en familia, el salón del manga de Málaga en Octubre, las salidas en DVD de las películas que más me han gustado en los últimos seis meses, los libros, videojuegos y películas por venir, el instituto (sí, no habéis leído mal), la lluvia, el olor a hierba mojada, los plumones, los gorros de lana, las rebecas, los zapatos de piel, los calcetines gruesos y calientes, las mangas largas, los CDs por venir, el grupo de flauta, la academia de inglés, la natación, los amigos de clase, los profesores (algunos), etcétera.



                                            

Midnight



                                        Greta B.

Sé tu mismo


¿Nunca habéis tenido que ocultar lo que sois por las amistades?

Han sido MUCHAS las veces que he tenido que hacer esto. Ya no.

Amigos, os doy las gracias.


                                                    

1. El Cobertizo

  -Si la tocas, te mataré.
El asesino me respondió con una media sonrisa.

      Melissa lanzó otro grito mientras intentaba quitarse la férrea cadena que rodeaba su cuello.
     -Te quiero- soltó de repente-. Siempre te querré.
     -No digas eso. Esto no es una despedida- le animé, mientras me dislocaba el pulgar para despojarme de las esposas.

    Observé la situación. Un pequeño cobertizo de una sola ventana en un remoto bosque del norte de España. Paredes frágiles de madera, fáciles de romper. Un asesino en serie agarrando a mi compañera de trabajo -y de cama- con una cadena alrededor de su cuello.

  Tenía que encontrar el momento idóneo para noquear al asesino.



                                     -Nueve minutos y treinta y siete segundos después-

El asesino se dio la vuelta -¡por fin!-, pero no para nada bueno.
    -Vamos, nena, hora de trabajar- le ordenó mientras se bajaba sus mugrientos pantalones.
    Entonces, la furia se apoderó de mi cuerpo, y de mi voluntad.
    Las cosas no salieron como yo esperaba.

    En lugar de tumbarle como había pensado, cogí mi navaja de un lugar  que los heteros no suelen cachear y la hoja, antes fulgente y argéntea, se tiñó de rojo inmediatamente después de dejar de tocar la garganta del asesino.

      No podía creerlo. Había matado a alguien.





Visitantes en el mundo

Related Posts with Thumbnails

Widget